REIKI. Historias orientales.

Un practicante de REIKI acudió a su sesión semanal. Aquel día tenía aspecto de que algo le preocupaba. Se dirigió al maestro y le dijo:
-Ayer, en mi paseo diario por la carretera, me encontré con un hombre que me dijo que es maestro de REIKI. Caminábamos en la misma dirección. Me preguntó sobre mi manera de practicar REIKI. Yo le comenté y él no estuvo de acuerdo en algunas partes de mi práctica. Al despedirnos, él seguía y yo regresé al poblado, quedé muy angustiado.
-¡Vaya! –Dijo el maestro.
.Me pareció que él sabe mucho de los temas relacionados con REIKI. Me dio a entender que yo no sé. Que yo hago algo que perjudica. Perdí la confianza en mis prácticas, no puedo seguir practicando REIKI.
.¡Vaya, eso es una lástima!
.No puedo. –Repitió el joven.
-La angustia es un sentimiento corrosivo. –Añadió el maestro.
-No dejo de atormentarme por mis prácticas del tiempo pasado y no dejo de pensar en las rectificaciones que él me hizo. Yo he practicado de forma equivocada.
-No estés tan seguro de ello… Yo te he observado practicando y el grupo y yo somos testigos de tu adecuada evolución. Y… practicando REIKI, ¿no es cierto que has conectado con tu interior, con esa luz que Dios ha puesto el lo más íntimo de ti? Y dime, conectándote con ese centro, ¿has saboreado la paz?
-Sí, cierto.
-¿Entonces…?
-Pero… ¿y si estoy equivocado? Y si aplico alguna parte de la técnica mal, como me dijo aquel hombre.
-Siéntete tranquilo. –Añadió el maestro- . A lo largo de los años de experiencia nos dan todo tipo de mensajes. Incluso anda suelto algún “terapeuta dominador y manipulador”, que no respeta la dignidad de las personas; da un enfoque despersonalizado, que a menudo, conlleva la pérdida de confianza en uno mismo y hace dudar de los recursos aprendidos y conduce a la dependencia. Promueve la infantilización del practicante dándole el mensaje: “Yo lo sé todo y tú no sabes nada”, provocando baja confianza en uno mismo y dañando considerablemente la autoestima. Ante dicho cuadro el practicante, normalmente, no ve otra salida que escucharle y obedecerle.
.¡Oh! –Dijo el joven. Y el maestro continuó.
-Tu verdad está dentro de ti. No te “tragues” todo lo que te dicen, incluso si te lo digo yo. Cuando alguien nos da consejos, pasémoslos por la luz de nuestro interior, pongámoslos en meditación, vengan de quien vengan los consejos. ¡Tú has de ser el conductor de tu vida!
Recuerda
TU VEDAD ESTÁ DENTRO DE TI.
Cati Pastor